1.3 Integración de los lenguajes visual y auditivo

Con respecto al registro y reproducción del lenguaje visual y auditivo, y su integración en el lenguaje audiovisual, Ángel Rodríguez[11] describe:
“Desde la prehistoria el hombre fue capaz de desarrollar técnicas de dibujo que le permitieron fijar en mayor o menor grado las sensaciones proporcionadas por el sentido de la vista. En cambio la capacidad para fijar sonidos no aparece hasta la invención de la escritura, es decir, mucho más tarde. Aun así, la escritura se limita sólo a fijar las sensaciones sonoras vinculadas a la lengua, pero resulta un instrumento limitadísimo para fijar otro tipo de sonidos. Mientras el naturalismo crece y se desarrolla progresivamente en la pintura, desde el siglo xii al siglo xix, y con él el crecimiento sobre las sensaciones visuales y las técnicas para su reproducción, hasta bien entrado el siglo xx no aparecen sistemas fiables que permitan fijar y reproducir los sonidos.
A esto hay que agregar que desde que se crean las unidades de medida, de longitud y de superficie es posible aplicarlas sobre la forma objetiva de una imagen reproducida en dibujos o pinturas. Contrariamente, el sonido fluye en el tiempo y se escapa a la capacidad de análisis objetivo hasta que también a mediados del siglo xx la informática otorgó un impulso a la sonografía y a la espectrografía, es decir, hoy existe la posibilidad de fijar espectrográficamente un sonido aunque sólo sea posible para un reducido grupo de expertos que disponen de los equipos, programas, el material y los conocimientos adecuados para hacerlo.
Todo esto ha hecho avanzar el conocimiento sobre la percepción y la narrativa visual mucho más rápidamente que el conocimiento sobre la narración sonora, sin embargo ambas son importantes y están en íntima relación y aunque quizás, los productos más representativos del lenguaje audiovisual se observen en la cinematografía y la videografía, a través de las películas, programas televisivos y videogramas, no debemos pasar por alto los productos auditivos como los radiogramas y sonogramas, y que en cada uno de ellos contienen sonido a diferencia de los fotogramas y los infogramas.”

Aunque en la literatura sobre la comunicación audiovisual suele asignársele a la visión un papel preponderante sobre los otros sentidos, especialmente en comparación con la audición, esta primacía del sentido de la vista y lo visual no tiene una base perceptiva sino que se sustenta fundamentalmente en motivos históricos y metodológicos.

[11] Rodríguez, Ángel (1998:25) El lenguaje audiovisual como objeto de estudio, en La dimensión sonora del lenguaje audiovisual. Paidós Ibérica, España.